Un reporte del FMI establece que solo la cooperación internacional puede abordar problemas globales urgentes. Los altos precios de los alimentos y la energía pesan mucho en los hogares de todo el mundo.
El endurecimiento de las condiciones financieras está ejerciendo más presión sobre las naciones, empresas y familias altamente endeudadas. Y los países y las empresas están reevaluando las cadenas de suministro globales en medio de interrupciones persistentes.
La incertidumbre en torno a las políticas comerciales por sí sola redujo el PIB mundial en 2019 en casi un 1%, según una investigación del FMI.
Para restaurar la confianza en que el sistema global basado en reglas puede funcionar bien para todos los países, debemos tejer nuestro tejido económico de maneras nuevas y mejores.
1) fortalecer el comercio para aumentar la resiliencia.
2) intensificar los esfuerzos conjuntos para hacer frente a la deuda.
3) modernizar los pagos transfronterizos.
4) enfrentar el cambio climático: el desafío existencial que se abarca todo.